Tabla de contenidos de esta receta
Ingredientes
Para 4 personas
- 200 g de harina de trigo
- 50 g de azúcar
- Una pizca de sal
- 60 ml de vino blanco (una tacita de café)
- 60 ml de aceite
- Cáscara de 1 limón
- 1 cucharadita de anís en grano
- Azúcar y canela para rebozar
- Aceite para freír
Engañabobos: presentación
El Engañabobos es un delicioso dulce típico de la gastronomía española, especialmente popular Andalucía y Extremadura. Este postre, que se suele preparar en Todos los Santos, se elabora con ingredientes sencillos, pero su resultado es un verdadero placer para el paladar y a los niños les encanta. Ideal para acompañar con un café o como merienda. Con un suave y delicioso sabor a anís, lleva este nombre tan característico porque parece que este hojaldre está relleno, pero cuando le das un mordisco no encuentras nada.
Cómo hacer Engañabobos
1. Prepara el aceite anisado para los engañabobos. En una sartén, calienta el aceite (60 ml) con la cáscara de limón y el anís en grano hasta que la piel del limón se dore y reserva.
2. En un bol, mezcla la harina, el azúcar y la sal. Añade el vino blanco y el aceite anisado previamente colado y mezcla hasta que quede todo bien integrado. Primero mezcla con una cuchara y luego con las manos. Deja reposar 30 minutos, dentro de un bol, tapado con un paño.
3. Estira la masa con el rodillo sobre el mármol hasta obtener una masa fina de medio centímetro de grosor.
4. Corta los engañabobos. Corta cuadrados de 4 a 5 cm de lado. Retira los sobrantes de la masa para que queden cuadrados perfectos. Fríelos en abundante aceite caliente.
5. Una vez dorados, deja los engañabobos sobre papel absorbente para retira el exceso de aceite. Pásalos por una mezcla de azúcar con un poquito de canela en polvo mientras siguen calientes..
Mis consejos para preparar Engañabobos:
Aunque puedes hacerlos de la medida que quieras, los tradicionales tienen entre 4 y 5 centímetros. Son típicos de Todos los Santos, pero puedes hacerlos durante todo el año porque te aseguro que en casa te lo agradecerán.
Para guardarlos, mételos en una caja de lata bien tapados y te durarán varios días como recién hechos.
Son perfectos para desayunos y meriendas y para acompañar un café de media tarde. A los niños, te aseguro, que les encantan.
Si te gusta este tipo de postres tradicionales, echa un vistazo a estos Pestiños que son un dulce típico de la Semana Santa que puedes hacer durante todo el año porque están riquísimos.