Tabla de contenidos de esta receta
Ingredientes
- 450 g de harina
- 160 g de azúcar
- 125 g de mantequilla
- 2 huevos
- Ralladura de 1 limón
- 16 gr de levadura química o polvos de hornear (1 sobre)
- 1 pizca de sal
- Cortapastas para galletas con formas navideñas
Galletas de mantequilla para Navidad: presentación
Las Galletas de mantequilla nunca fallan. Ahora que los niños van a tener unos días de vacaciones, es la excusa perfecta para que te ayuden a preparar estas galletas de mantequilla para Navidad. Además, por si no tienes, ahora es una época en la que es muy fácil encontrar cortapastas con motivos navideños. Duran como recién hechas muchos días y son ideales para desayunos y meriendas. Puedes decorarlas a tu gusto o al gusto de los más pequeños de la casa. Seguro que os divertís.
Cómo hacer Galletas de mantequilla para Navidad
1. Prepara las masa de las galletas de mantequilla para Navidad. Mezcla el azúcar, la mantequilla a temperatura ambiente, la ralladura de limón, la sal y los huevos. Añade la harina mezclada con la levadura química y amasa hasta conseguir una masa uniforme. Envuelve la masa con film transparente y guárdala en el frigorífico durante media hora o hasta que esté dura.
2. Prepara las galletas. Espolvorea la superficie de trabajo con un poco de harina. Extiende la masa con un rodillo hasta obtener una capa fina de unos 5 mm de grosor. Corta la masa con los cortapastas de formas navideñas. Con los recortes sobrantes, puedes amasar de nuevo y cortar más galletas así aprovechas toda la masa.
3. Hornea las galletas. Coloca las galletas en la bandeja del horno sobre papel, sin que se toquen unas con otras, y hornea durante 10 minutos a 180ºC – 356º F o hasta que veas que están hechas. No deben quedar muy doradas ya que se quedarían demasiado duras.
4. Colócalas sobre una rejilla para que se enfríen. No las manipules demasiado o podrían romperse.
Mis consejos para preparar Galletas de mantequilla para Navidad:
Ya sabes que el tiempo de horneado siempre es orientativo porque no todos los hornos calientan igual. Ve mirando de vez en cuando y dejes que se doren demasiado o podrían quemarse o quedar demasiado duras.
Una vez frías, puedes guardarlas en una caja de lata y aguantan en perfectas condiciones más de un mes. Otra cosa es que, con lo ricas que están, duren un mes en casa.